Para
quien no conozca el juego del Tabú daré una explicación sencilla: se trata de,
por equipos de al menos dos personas, explicar una palabra a otras personas,
pero sin decir algunas otras palabras relacionadas con esta palabra (palabras
prohibidas o tabú) Así, por ejemplo, en la siguiente tarjeta vemos que la
palabra a describir es FUTBOLISTA, pero para explicarla no podemos decir ni balón,
ni jugar, ni el nombre de un equipo famoso, ni derivados
como fútbol, ni estadio.
Estamos
obligados, pues, a buscar sinónimos de estas palabras más comunes. En lugar de balón
podemos usar pelota, esférico...
O dar un rodeo para llegar hasta la palabra, es decir, en vez de decir estadio podemos
decir que se practica (en vez de juega) en un recinto con
césped.
Cada
ronda, un miembro del equipo es el que describe la palabra y los demás deben adivinarla
en un tiempo límite. Si descubren la palabra toman otra tarjeta y van
describiendo palabras hasta que se termine el tiempo. Quien haya adivinado más
palabras, gana.
¿POR
QUÉ LO DEBEMOS USAR EN CLASE?
Este es un juego muy bueno para la clase de lengua, ya
que nos obliga a poner en juego todo nuestro vocabulario, es decir, a extraer
el LÉXICO DISPONIBLE (el que los hablantes tienen en su mente y que solo
usan cuando la situación comunicativa lo requiere) y no solo el VOCABULARIO
BÁSICO (aquel que está formado por los vocablos más frecuentes).
Además, nos ayuda a ser precisos, coherentes, ya que si nos perdemos en largas
descripciones o somos demasiado vagos a la hora
de describir, nuestros compañeros no comprenderán qué es lo que queremos decir.
ALGUNAS
IDEAS PARA LA CLASE DE LENGUA
·
Para evitar las palabras comodín como cosa, persona, uno, algo,
etc., que tanto usan nuestros alumnos, podemos determinar que en todos los
casos esas van a ser palabras prohibidas además de las relacionadas con la
palabra.
·
Podemos pedir que cada vez que empiecen
a describir una palabra digan a qué categoría gramatical pertenece. Además de
hacer el juego más fácil, estaremos repasando este concepto.
·
Aunque el juego se comercializa y, por
supuesto, podemos comprarlo, no estaría mal que con nuestra ayuda los alumnos
fabricasen sus propias tarjetas. Para ello, primero deberíamos saber cuáles son
las palabras pertenecientes a su léxico disponible y cuáles de ellas son su
vocabulario básico. Para ellos podemos hacer listas de palabras relacionadas
con un concepto. las más frecuentes, las que aparezcan en el 90% de la clase,
pertenecen a su vocabulario básico y serán las palabras tabú. Si hacemos esto
con ellos unos días antes de jugar ya habrán empezado a poner en juego todo su
léxico disponible. También es importante que si tenemos varios grupos hagamos
esta actividad con cada uno de ellos, ya que el vocabulario de un grupo no
tiene por qué ser igual al de otro (por procedencia, nivel, gustos...) Un
aficionado al fútbol tiene más disponibilidad léxica que alguien que no lo es.
·
Podemos incrementar la dificultad del
juego con conceptos más complicados según va avanzando el curso. Por ejemplo,
si leyendo en clase surge una duda de vocabulario, podríamos incluirla en
nuestro Tabú personal poniendo la fecha de creación para distinguirla de las
fichas antiguas. Cuando terminemos el curso, si vemos las tarjetas
creadas, comprobaremos cuál es el vocabulario nuevo de nuestra clase.