En
el pequeño Población pequeña fue un nacimiento
sonado. Dos hermosos gemelos rebosantes de Estado en que el organismo ejerce normalmente todas sus
funciones. El primero alumbró con facilidad, como si ansiara llegar a
este mundo. El segundo se agarró a las entrañas de la madre hasta matarla… Algo
que el padre no perdonó jamás.
Al primero lo llamó Carlos, dedicó todo su tiempo y esfuerzo para
darle felicidad. Las mejores Cualquier prenda de tela
que sirve para vestir, los halagos más dulces, los mejores colegios. Al
segundo lo llamo Pedro… Y asesino en privado. Lo vestía con harapos y le
dedicaba palizas e insultos a la menor oportunidad.
Era fácil distinguirlos a pesar de ser idénticos; El mal vestido y
cabizbajo, aquel de expresión triste y amargada era Pedro. El de faz
resplandeciente, que dedicaba una Gesto de curvar
suavemente la boca, que indica generalmente alegría, agrado o placer al
aire en plena mañana, era Carlos. El amado.
El padre dedicó toda su vida a odiar y amar sin prejuicio alguno
ni disimulo. Los hijos, cada cual con su destino establecido, alcanzaron la
madurez a la par que su padre la vejez.
Ya en su lecho de muerte, mandó llamar a su hijo Carlos.
- Dime, Hombre respecto de sus hijos o
animal macho respecto de sus crías. – Muy pronto abandonaré este mundo,
y te quiero dejar todo aquello que he conseguido en la vida.
- Padre. ¿No sería el momento de perdonar a Pedro?
- ¡Jamás! –Bramó.- si por algo me voy satisfecho, es por la vida
que le he dado.
- Debo confesarte algo, padre; tanto mi hermano como yo hemos
tenido tu Conjunto de sentimientos que ligan una
persona a otra, o bien a las cosas, ideas, etc. y tu Sentimiento de
aversión y rechazo, muy intenso e incontrolable, hacia algo o alguien.
-No
te comprendo… Nunca le he demostrado la más mínima muestra de cariño.
- Nos cambiábamos la ropa… Nos hacíamos pasar el uno por el otro.
- ¡Maldito seas! Al menos tengo el consuelo de haberle amargado la
mitad de su vida.
- Pero, padre… ¿A quién? Porque uno tuvo el cariño de su padre la
mitad de su vida, y el afecto y sacrificio de su hermano la otra mitad.
- ¿Quién de los dos eres tú? –Preguntó desconcertado.
-Uno de tus Personas o animales, respecto
de su padre o de su madre. Uno que te quiere.
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